Bernabé Zapata: Buen Vino, Fórmula 1 Y Un Canal De Twtich

Una de las evoluciones más impactantes en el último año entre los jugadores españoles en el ATP Tour la ha protagonizado Bernabé Zapata Miralles. En mayo del pasado año se presentó en Roland Garros como No. 130 del Pepperstone ATP Rankings para jugar la fase previa. Sin saberlo, ese 19 de mayo de 2022, donde empezó su camino en París, acabó cambiando su estatus en el circuito.

El valenciano no solo superó la clasificación, sino que alcanzó la cuarta ronda de un Grand Slam por primera vez en su carrera. Aquella actuación le sirvió para ingresar en el Top 100 mundial. Probablemente, en ese momento no podía imaginar que una temporada más tarde regresaría al mismo escenario como cabeza de serie No. 32.

Y unos meses después, fue convocado por el capitán español, David Ferrer, para defender los colores de su país en la Fase de Grupos de las Finales de la Copa Davis en Valencia, precisamente, su ciudad natal.

Poco a poco, aficionados y rivales se han familiarizado con su nombre en las rondas finales de los torneos. Sin ir más lejos, en 2023 fue semifinalista en Buenos Aires y en el ATP 500 de Río, cuartofinalista en Estoril, mientras que en Mutua Madrid Open llegó hasta octavos de final.

En un año escaló casi 100 posiciones en el Pepperstone ATP Rankings. ¿Cómo lo explica?
Creo que la actitud y no darme por vencido ha sido lo que me ha llevado a ganar muchos partidos, y creo que es ahí donde los jugadores se están fijando en qué tipo de jugador soy ahora mismo. También he dado un empujoncito a nivel de tenis, pero sobre todo he mejorado mucho mentalmente desde este último año a la hora de jugar muy agresivo, de no venirme abajo e intentar competir todos los partidos durante las máximas semanas al año… creo que es lo más importante a la hora de que te respeten.

¿Ya siente ese respeto en el vestuario?
Sí, aunque es cierto que pienso y siento que me tengo que hacer respetar más a la hora de jugar en pista rápida, porque tengo mucho margen de mejora. Pero considero que tengo un buen bagaje en torneos en tierra y empiezo a ser un jugador peligroso.

Si echamos la vista atrás, hace tan solo un año llegó a Roland Garros para jugar la previa y en 2023 como cabeza de serie.
El paso más importante que di a nivel mental vino por Roland Garros, cuando después de esa gran actuación pude meterme Top 100. Cuando pasas esa barrera que te imponen desde pequeño, mentalmente tienes menos miedos, empiezas a jugar más tranquilo, te das cuenta de que al final no es tan importante el ranking.

En su caso, esa barrera la superó con 25 años.
La madurez de un jugador no tiene edad ni tiempo. Un jugador lucha contra sí mismo durante toda su carrera, tiene que superarse a sí mismo. El rival no es el otro, es tu cabeza. A mí me llegó con 25 años, pude meterme Top 100 y me di cuenta de que al final lo importante era estar en los torneos buenos.

Cada vez esa madurez llega más tarde, salvo casos aislados.
Cuando eres un jugador joven con mucho desparpajo y talento —no hablamos de Alcaraz que es otra potencia— han hecho un gran trabajo mental desde pequeños y sus entrenadores le han quitado importancia. En cambio, los jugadores que llegamos más tarde hemos pasado todas las etapas más lentamente ‘sobre el papel’, porque para mí meterse Top 100 con 25 años está fenomenal. Las etapas de Futures y Challenger son más lentas, pero te hacen muy duro y hoy en día con el nivel que hay te hacen poder competir en el ATP Tour y no bajar.

Desde mi punto de vista, el tenis es una carrera de fondo. También para jugadores como Carlos [Alcaraz], que ahora tiene 20 años, ha ganado muchos títulos pero le queda una gran carrera por delante con muchísimos años y va a intentar superarse a sí mismo. Creo que eso nos pasa a todos los jugadores, tanto si te metes con 25, con 27 o 29. Tu momento no sabes cuándo va a llegar.

Además del respeto del vestuario, ¿en qué nota su cambio de estatus en el ATP Tour?
En que ahora los periódicos en Valencia me hacen más caso (risas). Es cierto que los jugadores te miran con más respeto y en la calle me van conociendo un poco más, sobre todo desde lo que hice en Roland Garros el año pasado.

¿Ha cambiado alguna rutina desde entonces?
En absoluto. Sigo con las mismas rutinas, sobre todo, cuando estoy en Valencia.

¿Y cuáles son?
Cuando estoy en Valencia me gusta por las tardes ir a tomar buen vino con mis amigos, me relaja mucho. Otra de mis rutinas es que siempre que estoy en casa todos los días desayuno en la misma cafetería [Cervecería Manolo], entrene o no, viaje o no.

¿Es de los que cuida la alimentación?
Durante el año intento cuidarme bastante. Pero creo que nos pasa a muchos jugadores, tenemos etapas en las que nos cuesta más porque los resultados no acompañan y personalmente soy un jugador que me gusta no privarme de las cosas. Me gusta comer bien, de calidad, a veces no tan sano y beber vino tinto. Me toca mucho frenarme con la comida. Con el vino no suelo privarme tanto, porque me gusta disfrutar del momento.

¿Hay algo más que le guste hacer fuera de la pista?
Soy muy aficionado a la F1, me encanta. También me gusta mucho jugar al videojuego de F1 en la PlayStation y, por supuesto, cuando hay Gran Premio ese fin de semana me levanto a ver la clasificación como pasó en la pasada gira americana. Soy fan número uno.

¿Y si tiene partido cómo sigue las carreras?
Por suerte, ya no tengo que jugar las previas, así que muchos fines de semana los tengo libres. Por ejemplo, en el Gran Premio de Australia para ver la salida me marché 15 minutos antes de mi entrenamiento en Miami. Tenía una sola hora, pero a menos cuarto pedí el coche para que me llevara a la sala de jugadores y poder ver la salida. Sólo te digo eso.

¿Y cómo compagina los videojuegos?
Todas las semanas intento llevarme la PlayStation conmigo. Juego con otros jugadores del ATP Tour y también futbolistas como Valery Fernández del Girona FC. Intentamos hacer un mundial online. Tengo la intención de mover un canal de Twitch o YouTube.

¿Para cuándo?
Lo tengo previsto, al menos ya tengo una cámara para que me vean mientras juego. Pero esto lo haré como afición no como negocio (risas). Se me da bien, veo vídeos en YouTube para intentar mejorar e ir más rápido, pero no me considero que pueda hacerlo tan bien.